El
Barça ha sumado un punto en
Mestalla, donde el
Valencia ha sido menos ingenuo que hace unos días ante el Madrid, cuando en la primera parte ya había encajado el 0-5 final.
Ernesto Valverde, mucho más precavido y ordenado que ante Jose Mourinho, ha diseñado una presión asfixiante en su parcela que ha dejado sin oxígeno al Barça, con pocas ideas ofensivas. Se ha notado cierto cansancio físico y psicológico tras la batalla copera del Bernabéu. Por ello se entiende poco que no hubiera rotaciones en una plantilla alabada por su profundidad de banquillo.
Jordi Roura, en contacto permanente con Tito Vilanova, de tratamiento médico en Nueva York, ha apostado por sólo dos cambios respecto al Clásico: Valdés por Pinto y Mascherano por Puyol. El castigo ha sido un partido demasiado abierto y descontrolado, con ocasiones para ambos equipos, un gol de Messi de penalti que ha equilibrado el tanto inicial de Banega y un héroe final: Valdés, que ha evitado la derrota con intervenciones de crack.
El Barça cayó en la trampa de Ernesto Valverde en la primera parte. El Valencia le permitió tocar el balón en la parcela azulgrana, pero montó una tela de araña en las inmediaciones del área de Guaita para cerrar los pasillos interiores, tan utilizados siempre por el líder de la Liga. Las combinaciones de
Xavi, Iniesta, Messi o Cesc morían en un bosque de jugadores en la zona del doble pivote 'ché'. Por algo el técnico local ha reconvertido a un central como Víctor Ruiz en mediocentro. Con Tino Costa, otro 'piernas largas' al lado, ayudados por Ricardo Costa y Rami, valientes para dar un paso adelante, el Valencia consiguió robar infinidad de balones con los que intentó montar contragolpes verticales sin demasiada fortuna porque el repliegue del Barça fue disciplinado.
Sin juego por las bandas, con Alves y Alba más pendientes en defensa de Guardado y Bernat que de atacar, el Barça sólo creó peligro en la primera media hora con un cabezazo de Piqué a la salida de un córner en el minuto 3 y una presión de Xavi a Guaita que hizo dudar al portero valencianista en el 6'. Muy poco bagaje para un equipo que acusó el desgaste copero realizado en el Santiago Bernabéu. Si bien no pecó de falta de intensidad, sí fue evidente que faltó lucidez en algunas acciones.
Para colmo, Mascherano, el único cambio respecto al once del miércoles,se cargó con una tarjeta amarilla en el 22' por una clara falta a Soldado en el borde del área tras un fallo en el despeje de Piqué. Un peligro de expulsión, pues el Valencia cada vez se desplegaba mejor. Guardado disparó fuera en el 7' y la falta lanzada por Tini Costa topó con la barrera.
A medida de que el Barça perdía más balones, el Valencia se sentía más fuerte. Y en el 33' llegó el 1-0 obra de Banega tras un cúmulo de despropósitos defensivos del Barça. Alba midió mal la anticipación, Piqué, Mascherano y Alves fueron juntos a despejar el centro de Soldado y el balón cayó en los pies de Banega, solo, con Pedro dormido en la ayuda defensiva. El argentino disparó raso, pero bastante centrado, y el balón pasó bajo el cuerpo de Valdés. El argentino, abroncado por la grada de Mestalla por llegar tarde al entrenamiento del viernes tras una juerga, según la prensa local, pasó de villano a héroe en un segundo.
No es que el Barça reaccionara con mucha fe, pero insistió, como siempre, y tuvo la fortuna de encontrarse con la generosidad de Joao Pereira, que tumbó a Pedro sin mucha lógica dentro del área. José Luis González González no dudó y Messi lanzó un misil para empatar en el 39' y encadenar doce jornadas seguidas de Liga marcando, un récord individual dentro de otro: las 40 del Barça.
El Valencia despidió la primera parte asustando con un trallazo de Guardado que paró Valdés y ha comenzado la segunda con un Soldado lanzado. Primero ha pisado a Busquets sin contemplaciones y minutos después ha cabeceadofuera, señal de su facilidad para el remate. Y todavía ha tenido dos ocasiones más, golpeando durísimo al balón con poco ángulo.
El Barça ha seguido en esta segunda la línea de la primera, con menos control del encuentro de lo que es habitual. Más posesión, sí, pero poco efectiva. Messi, a falta de oportunidades de gol propias las ha creado para sus compañeros, como en el 54', cuando ha puesto un pase milimétrico a Cesc, quien no ha sabido definir ante Guaita. Su remate ha tocado en la parte exterior del poste. La respuesta, otra falta lanzada por Tino Costa detenida por Valdés con seguridad, un anticipo de su exhibición en la última media hora.
Valverde y Roura han movido el banquillo y casi les da resultado. Canales, sustituto de Banega, ha colocado el balón en una escuadra con su zurda de seda, obligando a Valdés a volar y poner una mano milagrosa. Y Villa, que ha entrado por Cesc, ha perdonado en su primera aparición en el 71', disparando fuera con poca fe y al primer toque con la izquierda tras un gran servicio de Alves.
El descontrol se ha apoderado de los últimos minutos, un ida y vuelta de área a área del que ha estado a punto de sacar más provecho el Valencia. En el 88', tras un error ingenuo de Piqué, Cissokho ha llegado hasta la línea de fondo y su pase de la muerte ha sido rematado a bocajarro por Soldado en un doble remate respondido con una doble intervención de reflejos de portero de lujo de Valdés para cerrar el 1-1 final.
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canales oficiales de la entidad. El rosarino se convierte en el jugador del primer equipo con mayor longevidad en cuanto a la fecha de final de contrato. En el año 2018 habrá cumplido los 31: "No sé cómo estaré con 31 años. Pienso en el día a día y en seguir disfrutando jugando a fútbol en el Barça". 
